Blog de Ignacio Fernández

Blog de Ignacio Fernández

sábado, 13 de agosto de 2005

Parques temáticos

    Es característico, tratándose de fútbol, que la figura de seleccionador se multiplique por cuantos, aficionados o no, emiten una opinión respecto a las alineaciones y juego del conjunto nacional. Todos sabemos, todos entendemos, todos disponemos de nuestra fórmula particular e intransferible para no ser eliminados en cuartos de final de cualquier campeonato y que, por supuesto, poco o nada tiene que ver con la que finalmente se ejecuta por quien corresponde, esto es, por el profesional formado, acreditado y designado para ello. En fin, no deja de ser un juego con el que alimentamos de polémica y de pasión nuestro ocio privado.
 
        Ahora bien, en el ámbito de lo público cabe esperar y exigir un mayor rigor en las opiniones y en la toma de decisiones por cuanto no estamos ya ante un juego y porque los canales establecidos para unas y otras son, formalmente al menos, representativos de todo el conjunto de ciudadanos y ciudadanas. El planteamiento de iniciativas y la participación, además, están asegurados en principio por la voluntad política, por el procedimiento administrativo y por la vía de las instituciones y organizaciones sociales que en mayor o menor medida conformamos todos.
 
    A lo largo de los últimos meses, sin embargo, se ha producido en nuestra provincia una especie de explosión pirotécnica en materia laboral y aledaños, motivadora de una larga serie de impresiones, propuestas, análisis, sugerencias, ofertas, contraofertas, etc., que casi nos acercan al aturdimiento y que, en algunas ocasiones, conforman un guirigay más propio de una discusión futbolística que de unos planteamientos socioeconómicos sólidos. Podemos afirmar, sin ánimo peyorativo, que desde el advenimiento de un Presidente de Gobierno leonés habitamos en un parque temático, donde las administraciones y otros han decidido competir con sus atracciones y no hay individuo, institución o grupo que pueda sustraerse a esa dinámica de feria. Y no está mal que así sea, pues al cabo de río tan revuelto alguna realidad palpable obtendremos. Pero, claro, ese vértigo también produce ansiedad y desconfianza, sobre todo si las aguas son bravas y los navegantes se amontonan sin orden ni concierto en una pugna colorista, ese tipo de competencia que acaba por romper todos los cántaros. Añádase a ello que todo vale y todos valen, todos valemos parece ser en esto de colorear el territorio, máxime si tenemos garantizada una mínima repercusión mediática imprescindible, puesto que los medios de comunicación locales tampoco son ajenos al tránsito interesado de planes, programas y proyectos.
 
    Así, el panorama provincial viene siendo sacudido desde los más diversos ángulos y por los más variados ponentes con toda una gama de expectativas como pocas se vieron por estos contornos. Las infraestructuras de toda índole se llevan la palma y no falta quien añada una línea, un mapa, un ave o una vía con tal de dejar su impronta; se suman al despliegue acto seguido los polígonos industriales o tecnológicos y esos inventos de nombre tan lamentable que son las plataformas logísticas y los puertos secos, que disputan ubicación con auténtico frenesí; vienen luego las urbanizaciones, los edificios, los pisos por doquier y el colofón del ocio, que abarca desde campos de golf a pistas de kart, de hielo o de esquí y trenes turísticos que atraviesen la geografía y la historia de una decepción; finalmente, desfilan los nombres propios en imperfecta formación: Ciemat, Inteco, Mercadona, Vestas, Inditex… buscando acomodo conforme a discutidos mecenazgos o padrinazgos. Es, en suma, el escaparate de estos tiempos desconcertantes que, puestos a enumerar retahílas vistosas, podríamos coronar con los titulares apabullantes de un diario nacional del pasado 29 de julio. Eran éstos ni más ni menos los que ocupaban toda una página vertiginosa de la sección de economía: Unión FENOSA aumentó su beneficio el 16’3%; Ebro Puleva reduce sus ganancias el 29’1%; FCC ganó 193 millones hasta junio; Arcelor multiplica por 2’23% sus ganancias; Caixa Catalunya mejoró un 22’9% sus resultados; Abertis ganó 215 millones en el semestre; NH reduce sus beneficios el 45’9%; El Banco Pastor mejora sus resultados el 88%; Deutsche Bank ganó 2.050 millones; Indra mejoró el 37% sus ganancias; Fiat Auto recorta pérdidas en 150 millones; CAI ganó 29 millones de euros hasta junio.
 
   El desarrollo o reactivación de la provincia leonesa necesitan, sí, inversión y concierto. El territorio requiere, por supuesto, ordenación, horizonte y perspectiva. La dialéctica entre población y trabajo exige, naturalmente, coordinación, compromiso, equilibrio y realismo. Es decir, esa suerte de políticas que poco o nada tienen que ver con la filosofía de los parques temáticos. Es preciso alejarse de la frivolidad con que a veces se abordan ciertos asuntos capitales y acomodarse sobre bases que proporcionen solidez a las iniciativas. Comisiones Obreras, en todos aquellos ámbitos donde tiene voz y se pronuncia, apuesta por tres elementos clave que, trasladados a este espacio provincial, constituyen a nuestro juicio la línea medular de un esquema que garantiza los objetivos aquí indicados: competitividad, calidad de empleo y cohesión social. La ausencia de estos elementos en el desfile de propuestas de los últimos meses es lo que, como organización de clase y sociopolítica, más nos preocupa de cara al próximo futuro. Por ello, a principios del presente año propusimos discretamente un foro de diálogo provincial que las administraciones concernidas rechazaron. No parece ése un buen sistema para superar el sino de una derrota no deseada en los cuartos de final.

Publicado en Diario de León, 6 octubre 2005