Blog de Ignacio Fernández

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miércoles, 9 de mayo de 2007

Sobre la energía solar

    La dependencia energética del exterior y el paulatino adelgazamiento de las fuentes propias, como es el caso del carbón, hacen que el debate sobre la energía sea una cuestión capital en España. Aunque no sólo, puesto que en el panorama mundial se reúnen países en conflicto, países emergentes, países productores haciendo caja y países con demanda creciente, de tal modo que nadie escapa en un futuro inmediato a la redefinición de lo que se llama mix energético. Y, por supuesto, nadie podrá escapar tampoco, tarde o temprano, a los objetivos medioambientales de Kyoto o de quien le suceda.
 
    En un sentido más tangible, conviene resaltar la necesidad de atender a la producción de energía y cuanto con ella se relaciona no sólo como un elemento básico del hecho económico, sino muy en relación con el fortalecimiento o no de un ámbito laboral cualificado en el que es preciso ser cada vez más competitivos. Aunque resulte obvio, conviene insistir en que el sector energético genera riqueza de alta gama: riqueza en términos de capital y de desarrollo, pero también riqueza en términos de empleo.
 
    En medio de semejante contexto global, se debe no obstante realizar simultáneamente un análisis mucho más local, que nos advertirá con toda probabilidad acerca de estrategias sobre las que conviene actuar conforme a las posibilidades que cada territorio ofrece. Esto es lo que hemos hecho durante el año 2006 en la provincia de León, con la intención de aprovechar las tendencias ya existentes en el sector e impulsar sobre todo las potencialidades que se apuntan en cuanto a nuevas formas de energía, en particular la de tipo solar fotovoltaico.
 
    Es la leonesa una provincia tradicionalmente vinculada a la producción energética más clásica, es decir, la derivada del carbón y la hidroeléctrica, cuyas principales expresiones han sido las cuencas mineras de Laciana y El Bierzo, las térmicas de La Robla, Compostilla y Anllares y los diversos aprovechamientos hídricos en los embalses. En paralelo a la reconversión del carbón, durante los últimos años se ha desarrollado también un importante segmento relacionado con la energía eólica, desde la producción de componentes en empresas como LM, Comonor y Vestas, hasta la instalación de numerosos parques eólicos; y a la par comienzan a insinuarse algunos proyectos en el entorno de las bioenergías, con plantas previstas en Cabreros del Río y Villarejo de Órbigo. Por último, hemos de señalar que en 2008 se pondrá en marcha en la localidad de Valdelafuente una factoría, tecnológicamente avanzada, destinada al corte de obleas de silicio para placas solares. Así pues, nuestro mix energético provincial es lo suficientemente diverso y consolidado como para concluir que en la producción de energía se sitúa, como lo estuvo en el pasado, uno de los ejes más importantes, si no el que más, del futuro de la economía de la provincia. Y, como cabe deducir, de la Comunidad Autónoma en su conjunto.
 
    Ahora bien, la descripción anterior no puede ocultar tampoco algunos aspectos negativos que es preciso afrontar para limitarlos y que, por otro lado, habrá que fortalecer con nuevas iniciativas para garantizar ese futuro sólido. Por ejemplo, el carbón requiere, más allá del horizonte de 2012 hasta donde alcanza el actual Plan, una catalogación indubitable y cuantificada como reserva estratégica al margen de contingencias empresariales y mercantiles; las centrales térmicas han de limitar o capturar sin dilación sus emisiones de CO2 mediante tecnologías ya existentes en la industria y otras que se anuncian; el despliegue eólico necesita racionalidad y juicio, pues la etiqueta renovable no es una patente de corso para contaminaciones agresivas de otra naturaleza; y las energías más jóvenes demandan todavía un gran componente en desarrollo e innovación, que les permita competir con fuerza e incluso ganar mercado frente a modelos conservadores.
 
    Por todas esas razones, la Unión Sindical de CCOO de León asumió como una apuesta estratégica la prospección en el campo solar fotovoltaico, a partir del estudio que en mayo de 2005 elaboraron las organizaciones estatales de CCOO, UGT y Ecologistas en Acción (“Propuesta para el desarrollo de la energía solar fotovoltaica en España”). La adaptación de aquel documento a las características provinciales y la actualización de aquellos planteamientos nos permitieron establecer contacto de diversas maneras con las administraciones central, autonómica y provincial, con organismos implicados en la energía (IDAE, EREN, CIEMAT, Instituto de Energía Solar), con organizaciones empresariales y entidades financieras, y con las empresas de electricidad y fotovoltaicas. Y todo ello con un discurso muy claro: desarrollar con tecnología propia una planta de producción de silicio grado solar en la comarca de Laciana.
 
    El resultado de todas nuestras actuaciones fue examinado en una Jornada que se celebró en León el pasado 2 de marzo, algunas de cuyas conclusiones apuntamos a continuación:
 
    El Instituto de Energía Solar de la Universidad Politécnica de Madrid ha desarrollado ya en laboratorio una tecnología competitiva para la obtención de silicio solar; a corto plazo,  va a trasladarla a planta piloto en Getafe a través de la compañía CENTESIL, en la que se integran, junto a otros socios, la propia Universidad y la empresa DC WAFERS, la titular de la factoría que en 2008 producirá obleas en León. No estábamos, por lo tanto, hablando de castillos en el aire. Es más, supimos a principios de abril que la empresa ISOFOTÖN pretende poner en marcha en 2009 una planta de polisilicio en la localidad gaditana de Los Barrios. Luego es evidente que se ha iniciado una carrera y una competencia en cuya parrilla deberíamos tener algún puesto.
 
    Lamentablemente, las organizaciones empresariales locales, que no las financieras, no han sido sensibles a la iniciativa y su interés ha sido puramente testimonial, como de costumbre en todo lo que signifique progreso colectivo. Y casi lo mismo podemos decir de las administraciones: la central, con un Ministerio de Industria autista, deambula sin orientar la política energética y regatea, en este caso el MEC, las ayudas a proyectos tan singulares; y la autonómica, tan pintoresca ella, da la sensación de estar perdida a medio camino entre sus compromisos con empresas extranjeras indeterminadas e investigaciones vistosas sobre la pureza del silicio en Brasil. Veremos si el nuevo Gobierno de la Junta tiene más energía, solar por supuesto.
 
    Y para acabar, quedamos los que quedamos, es decir, los que desde un principio hemos tirado de este proyecto con ilusión, con rigor y con tesón, nuestros únicos capitales; aunque a veces echemos un poco de menos también la ayuda de otras estructuras amigas. Sea como fuere, estamos en un momento decisivo en materia de energía solar, en definición de modelos energéticos y en oportunidades para la provincia de León.

Publicado en Notas Sindicales, junio 2007