Blog de Ignacio Fernández

Blog de Ignacio Fernández

viernes, 31 de mayo de 2013

El tren


     Lo normal es que los paisajes no sean inmutables. Sus cambios se producen por intervención del ser humano o bien por propia evolución, y el resultado de esas acciones, en el peor de los casos, puede provocar la degradación. Por eso, cuando de nuestros paisajes desaparece un elemento tan simbólico como el ferrocarril, lo que cabe preguntarse es por qué sucede y a qué conduce. Parece evidente que ese eclipse viene animado por interés político y por discutible rentabilidad mercantil; es decir, por una intervención que al menos merece cuestionarse para plantear otras posibles políticas de transporte y otras posibles rentabilidades. Si la evolución es o no natural constituye un capítulo aparte. Algunos pensarán que estos tiempos reclaman otros sistemas, otras redes y otros canales: son los que reniegan del servicio público, al que consideran un lujo y prefieren trabajar a favor de lujos particulares. Otros pensarán que sobre el tren y sus trazados se sigue articulando el territorio, que es un eje de potencial actividad económica y que, por si fuera poco, dota a nuestros paisajes, cada vez más vacíos, de una estela de vitalidad. En este sentido, la pérdida del tren, ya sean trayectos, ya sean líneas -tanto da-, nos conduce inevitablemente hacia la degradación del entorno, que es tanto como nuestra propia degeneración. Junto a otros sectores que fueron motor del ligero dinamismo provincial a lo largo de las últimas décadas, el ferroviario no jugó un papel menor. Por ello, el desprecio con el que viene siendo tratado por los planificadores del subdesarrollo, la frivolidad con la que ha sido atendido por parte de los constructores de disneylandias urbanas y el desapego final de los individuos ensimismados en sus locos cacharros, suman esfuerzos entre sí para dar al traste con buena parte de nuestro ser, del poco ser que nos va quedando. Así hasta construir un nuevo paisaje apenas habitado por la pobreza.

Publicado en La Crónica de León, 31 mayo 2013

domingo, 26 de mayo de 2013

¡Andá, el móvil!


     Hace muchos años, esta expresión del título triunfó en el mundo de la publicidad asociada a los donuts y a las carteras. Aunque se circunscribía al espacio y a la edad escolar, acabó conquistando otros ámbitos y se convirtió en un soniquete para parodiar los olvidos cotidianos. De tal manera que, trasladada a nuestra actualidad digital, cuando ya nadie va al colegio con cartera sino con otros artilugios menos nobles, y cuando ya nadie lleva donuts porque las campañas contra la obesidad los satanizan, otra situación habitual viene de nuevo a rejuvenecer la exclamación, añadiéndole, eso sí, mayores dosis de pánico: ¡andá, el móvil!

     En aquellos rancios anuncios de la televisión el susto se lo llevaba, claro está, un jovenzuelo imberbe con pinta de ser alumno de la privada. Hoy el susto no haría distingos, tal es la simbiosis alcanzada entre todo tipo de personal y todo tipo de teléfonos andantes. El ejemplo más simple de la dominación que ha alcanzado este artilugio, cuyas bondades no vamos a discutir aquí, nos lo ofreció hace unos días el cantante Manu Chao en una entrevista. Decía, al referirse a sus conciertos en los bares: “Sí, ahora hay móviles. Me fastidia ver a la gente grabando, es algo desesperante, terrible para la fiesta. Hay una mesa de cinco y no gritan o bailan, graban. Y no uno para los demás, ¡graban los cinco! Tengo que escribir una canción sobre ello”. Nadie puede dudar, pues, de que los móviles nos han cambiado la vida hasta límites inaguantables y bueno sería no sólo hacer canciones, como apunta Chao, sino un auténtico examen de conciencia y propósito de la enmienda al respecto. Para quien requiera de ayuda a tal efecto le recomendamos el siguiente artículo de la psicóloga Patricia Ramírez: http://www.huffingtonpost.es/patricia-ramirez/como-ha-cambiado-el-telef_b_2954427.html

     Pero lo que aquí nos interesa, en este blog sobre señas de identidad y otros complementos, es el rasgo de personalidad que aportan los tales móviles y sus circunstancias. No son pocos, como veremos, y resultan ser tan definidores del individuo como un pin en la solapa u otros aditamentos.

     Su uso es, en efecto, muestra de educación o no, señal de obsesión o no, testimonio de ansiedad o no, y así sucesivamente. Con casi absoluta seguridad, todos podríamos elaborar un catálogo de comportamientos y encontraríamos numerosas semejanzas para que la clasificación fuese certera. Pero es que al lado de estas maneras de actuar se expresa toda otra gama de signos e instrumentos no menos identificables con los que podríamos coronar la casuística en rangos casi objetivos: lo más socorrido son los modelos y los sonidos de alarma, pero también fundas, carcasas, soportes, cintas y brazaletes, auriculares bluetooth, kits de carga o para coche, películas protectoras de pantalla, adaptadores USB, dispositivos para manos libres, líquidos para pulir pantallas táctiles, altavoces, etcétera, etcétera. Así hasta un sinfín de elementos más o menos prescindibles que colaboran para que nuestras ataduras al teléfono (que es mucho más que un teléfono) sean firmes y sin solución.

     Por lo tanto, seamos esclavos o no del artefacto, nadie escapa de su influjo ni de toda la panoplia que lo completa. De este modo, su pérdida produce un dolor casi humano, un auténtico duelo y una necesidad de reponerse y reponer lo que se nos ha ido con él: datos, imágenes, canciones, agendas… casi toda nuestra identidad personal. Y su olvido es, evidentemente, tan grave o más que el padecido por aquellos muchachos que no reparaban en sus carteras al ir al colegio ante la tentación sabrosa de un donut. Por último, su ostentación supone el colmo artificial del exhibicionismo que siempre ha caracterizado a nuestro ser social.

Publicado en www.tepongounpin.blogspot.com, 27 mayo 2013

jueves, 23 de mayo de 2013

Woman is the nigger of the world


     Del mismo modo que el rock & roll era un feudo eminentemente masculino, los recintos del jukebox (bares y salas de juego) tenían ese mismo sesgo y sólo de una forma tímida empezaron a ser colonizados por el público femenino; sobre todo gracias a la vitalidad y camaradería de las pandillas que se formaban y reformaban constantemente. Ese cambio importante, necesario e imparable nos hizo fijarnos en canciones que centraban su interés en el mundo de la mujer y su peripecia social. Fueron nuestro embrión en materia de igualdad.

     John Lennon y Yoko Ono nos habían proporcionado ya algunas píldoras de provocación y de compromiso cuando en 1972 grabaron un álbum polémico y combativo: «Some time in New York City». Tal era el carácter de aquella creación que Yoko afirmaba: “Nosotros éramos dos rebeldes y estábamos bastante orgullosos de serlo. Para este disco fuimos, en nuestras mentes, los Bertolt Brecht y Kurt Weill de los años setenta”. Quizá por ello, quizá por la efervescencia de la ciudad de Nueva York en aquellos años, quizá seguramente por propia convicción, el caso es que las canciones que lo integraron parecían tan atentas a los aconteceres del mundo como la maquetación del disco según un diseño que imitaba al de cualquier periódico del momento. Además, tampoco se debe ignorar que Yoko Ono había profesado en el feminismo y trataba de alejar a John de la cultura machista de su Liverpool natal. Es en ese contexto donde surgió una canción tan interesante como Woman is the nigger of the world. Hubo otras canciones importantes, claro, Imagine y Give peace a chance entre ellas, pero aquélla no desmerece en absoluto a éstas, a pesar de que no tuviese el mismo éxito comercial.

     En 1969, Yoko había escrito en la revista Nova: “La mujer es el nigger [negro en el sentido más peyorativo] del mundo”. Y ése fue precisamente el origen del título, porque según afirmaba John: “Puedes hablar de los negros, de los judíos, del tercer mundo o de lo que quieras, pero en la parte más baja de la pirámide, bajo todos los demás, se encuentran las mujeres. Sólo por encima de los niños”. Para nosotros, que vivíamos por entonces en el envés de las libertades y naturalmente de las igualdades, semejantes declaraciones, aquel título, aquella letra, las actitudes de John y de Yoko, el envoltorio del disco, incluso la censura que padeció todo su soporte gráfico en España, fueron una especie de alumbramiento impagable: “La insultamos todos los días por TV / y nos preguntamos por qué no tiene agallas o confianza. / Cuando es joven, matamos su deseo de ser libre. / Y mientras le decimos que no sea tan lista, / la humillamos por ser tan tonta. / La mujer es el negro del mundo. / Sí, lo es… piénsalo. / La mujer es el negro del mundo, / piénsalo… haz algo”. La verdad es que, bien pensado, no está nada claro que cuarenta años después este texto haya perdido actualidad.


     El caso es que Woman is the nigger of the world se editó como single también en 1972. La produjo Phil Spector, como había hecho con Let it be en 1970, y la pareja Lennon-Ono estuvo acompañada por el grupo Elephant’s Memory. Un rasgo notable de su sonido fue también el saxo enérgico de Stan Bronstein. http://www.youtube.com/watch?v=L2lbYBLDbYU

Publicado en gentikarockradio.com, 27 mayo 2013

domingo, 19 de mayo de 2013

Entre redes e individuos


     Se mire como se mire, el binomio red e individuo es ya una pareja inseparable en estos tiempos nuevos y salvajes (más nuevos y salvajes que los de aquellos chicos Ilegales). Como otras tantas relaciones entre opuestos, sus pugnas se acentuarán y generarán tensiones en la misma progresión que se nos irá polarizando la vida, pero pervivirán y se complementarán porque esa dialéctica será uno de los diálogos más sonoros en la edad poscontemporánea.

     Anotemos dos referencias autorizadas y complementarias para explicar algo en tal sentido. De un lado, para Zygmunt Bauman la superindividualidad [de la modernidad líquida] “crea miedos, desvalimientos, una capacidad empobrecida para hacer frente a las adversidades”. De otro, es Vicente Verdú quien considera que “no es posible concebir un futuro de supervivencia sin cooperación, no hay progreso sin redes”.

     Así pues, la queja que repetidamente escuchamos sobre el profundo individualismo que nos invade, en oposición a otras épocas caracterizadas en apariencia por un mayor compromiso social, tiene sus contrapesos igual de poderosos en la colaboración. Es verdad que numerosos elementos de esta sociedad aún embrionaria nos empujan al yo y al sálvese quien pueda. Y es verdad también que en numerosas expresiones la tecnología creciente que nos domina convierte en onanistas muchos de nuestros comportamientos. Sin embargo, la progresión de esa tendencia dispara simultáneamente la necesidad de establecer algún tipo de red, ya sea virtual, ya sea tan física y presencial como nosotros mismos. Sobre las primeras, qué decir si este mismo soporte y sus periféricos son una buena muestra. Sobre las segundas, baste recordar los bancos de tiempo y de alimentos, las organizaciones para el trueque o las desinteresadas adhesiones en la donación de órganos. Incluso junto al creador individual y aislado crecen los proyectos colectivos y las firmas compartidas. Y al lado del teletrabajador en su burbuja, supuestamente decidida y no impuesta (que ya es suponer), se impulsan así mismo las fórmulas del coworking y del crowdfounding, supongamos también que en estado puro.

     De ahí que si nos permitimos trasladar este modelo dual al ámbito más ideológico podremos convenir en lo que bien explica Carlos Carnicero Urabayen: “La exigencia ética de la protesta no debe ocultar la necesidad de recurrir a la política para cambiar las cosas”. Es decir, que la vivencia individual o en pandilla, típicas de la actual expresión indignada, no puede dejar de lado el compromiso político. Por ese motivo, en nuestra opinión, hay que estar dispuestos a converger con cuantos tienen objetivos compatibles con los nuestros, tanto en lo político como en lo social, sin complejos ni estrechas lecturas, y asumir así el papel principal que hoy nos corresponde a todos, a solas o en red, que no es otro que el de resistir y luchar hasta invertir la correlación de fuerzas y vencer las políticas neoliberales que nos angustian la existencia.

     Los vericuetos de lo poscontemporáneo son insondables, como vemos, y conjugan casi siempre haz y envés en una imagen jánica que es nuestra propia imagen. Por ese mismo motivo, si hay un pensamiento único, habrá que llevarle la contraria casi por imperativo categórico, y si hay quien profesa en el individualismo a ultranza, habrá que recordarle que son cosas que nos nacieron de algunas aberraciones hippies del siglo pasado, cuando se exaltaba la libertad individual incluso por encima de los campos de flores, que eran colectivos.
Publicado en Tam-Tam Press, 19 mayo 2013

jueves, 16 de mayo de 2013

El garrafón


     Inciertos mercaderes de garrafón con sede en abrevaderos del Barrio Húmedo se han mostrado indignados -¡hay que ver con cuánta facilidad para lo que es de su exclusivo interés!- por haberse vuelto a celebrar el Día del Trabajo en la plaza pública por antonomasia, la Plaza Mayor de León. Acostumbrados a la comunión que les es propia entre el agua y el vino, han mezclado también sin pudor en su escrito noticias y valoraciones bastante pintorescas. Muy curiosa es la que les atribuye poder para valorar lo que denominan directrices de la celebración, como si fuera suya, que evidentemente parecen disgustarles. Así mismo, en tono patrimonialista, se dicen ofendidos por tomar ese espacio de todos como punto de exaltación (a saber lo que esto quiere decir en el pensamiento vinatero). Finalmente, como colofón a su monserga, citan algo sobre precios desleales y medidas sanitarias y de seguridad. De modo que la cuestión es simple: aparte de que los actos contasen con todas las bendiciones administrativas, ¿de qué se quejan estos mesoneros, generalmente llorosos, si la fiesta les llevó a sus entornos quince mil personas que consumieron en sus tascas en mayor medida que cualquier otro día festivo? Quince mil personas que, por otro lado, no vomitaron en sus aceras, no exhibieron navajas, no impidieron el sueño de nadie ni provocaron altercados. Eran quince mil trabajadores y trabajadoras corrientes, bien aseados, bien vestidos, educados y sanos. Eso sí, probablemente tuvieron necesidad de evacuar sus vejigas y pudo descubrirse entonces que no orinaban colonia, como ocurre tal vez con los que asisten a las procesiones, los que itineran con pinta de guiris, los que celebran despedidas de solteros y de solteras, los tunos o los que se emborrachan por San Juan. Gentes dignas de respeto, naturalmente. ¿Por qué será, pues, que el garrafón sigue siendo en esta tierra el modelo de emprendedor y que no pasa nada?

Publicado en La Crónica de León, 17 mayo 2013

lunes, 13 de mayo de 2013

Por mayo era...


“Que por mayo era por mayo…”, como nos canta Joaquín Díaz en su versión delicada del Romance del prisionero [http://www.youtube.com/watch?v=wXPHuFlIwhs], y por mayo era y es por donde Moderato Cantábile se va entrando. Un mes, como veremos, que se muestra tal que un frondoso caudal de cantables desde las más diversas perspectivas y sentimientos, posiblemente el mes de todo el calendario que mayor atención ha merecido por parte de la ancha juglaría, desde la tradición oral popular hasta nuestros tiempos digitales. A épocas remotas se remonta, de hecho, esta celebración primaveral de los mayos, que tanto tenía que ver con los cambios de estación, con los usos agrarios y ganaderos y con las rondas de amor, más tarde sustituidas tras la cristianización por la exaltación mariana. El colofón de ese largo éxtasis aparece descrito de modo muy sencillo en el Libro de Alexandre, allá por el primer tercio del siglo XIII: “Sedíe el mes de mayo coronado de flores, / afeitando los campos de diversos colores, / organeando las mayas e cantando d’amores, / espigando las mieses que sembran labradores” [http://www.edu.mec.gub.uy/biblioteca_digital/libros/anonimos/Anonimo%20-%20Libro%20de%20Alexandre.pdf ]. Bien, todo ello y más habita en las canciones.

Así que el primer episodio del álbum sonoro del mes de mayo, siguiendo la pauta de la tradición del folclorista zamorano, debe fijarse necesariamente en la senda más clásica. En ella, junto al Romance del prisionero en sus múltiples variantes, anotaremos Mayo longo de Rosalía de Castro interpretada por Amancio Prada [http://www.youtube.com/watch?v=iuLsFS5zao0],  el Romancillo de mayo de Miguel Hernández musicado magistralmente por Joan Manuel Serrat [http://www.youtube.com/watch?v=koQ5Te0VnW0] y Maio maduro Maio del siempre añorado José Afonso [http://www.youtube.com/watch?v=g1NRLl2wgcA]. Una trilogía fundamental que sólo puede ser coronada con otra referencia mucho más moderna al mismo mes, la de Raimon en una canción de combate, 18 de maig a la Villa [http://www.goear.com/listen/aa164f2/18-de-maig-a-la-villa-raimon]: “Durante unas horas nos sentimos libres, y quien ha sentido la libertad tiene más fuerza para vivir”.

Porque vida es al fin y al cabo lo que se derrama en este mes capital con su paleta de colores y su muestrario de aromas. Para todo un larguísimo capítulo daría de sí cuanto el esplendor de las flores ha animado al jardín de la escritura y a sus reflejos en el de la canción. Seremos prudentes, porque el catálogo es extenso, y nos limitaremos en esta entrega a proponeros algunos cromos vistosos hasta enlazar con otro significado más ligado, también a estas mismas fechas.

Por ejemplo, a la flor de la canela se han entregado entre otros la peruana Chabuca Granda [http://www.youtube.com/watch?v=D_3TvqJNxNI]  y el brasileño Caetano Veloso [http://www.youtube.com/watch?v=bkvcqYoOrAY] ; a las violetas, Cecilia [http://www.youtube.com/watch?v=o1UhzRO-S60] y Manzanita [http://www.youtube.com/watch?v=8WdrVgdUXJI]; a los diferentes tipos de rosas, Luis Eduardo Aute [http://www.youtube.com/watch?v=mtAvJny1c4Q], Esclarecidos [http://www.youtube.com/watch?v=uJDRIzl_RvY], Emmylou Harris [http://www.youtube.com/watch?v=RalmbOEN5FA] y Lynn Anderson [http://www.youtube.com/watch?v=WO4wcNVbYOQ]; y a las gardenias, don Antonio Machín [http://www.youtube.com/watch?v=OPq2ye7hJQg], la sin par Amparanoia [http://www.youtube.com/watch?v=56ePtjXkB_k], el bueno de Diego Cigala [http://www.youtube.com/watch?v=NnoXI3ieObI] y la admirable Lila Downs [http://www.youtube.com/watch?v=zsITuNqs_GE]. Flores, flores, flores… Flores como el muguet, también llamada lirio de los valles, que sirve a los franceses para desear felicidad a quien se la ofrecen el 1º de mayo, día en que las calles se llenan habitualmente de gente con su ramillete de muguet en las manos. Al parecer, la costumbre de regalar estos lirios olorosos data del siglo XVI, cuando el rey Carlos X instauró la tradición de regalar a todas las damas de la corte un ramo de esta flor que desde antiguo simboliza un porte bonheur (portador de felicidad). Años más tarde, cuando el primero de mayo fue adoptado por los trabajadores como su fiesta, empezaron a pasearse por las avenidas de París con un triángulo rojo en el ojal que sugería la división ideal de la jornada en tres periodos de ocho horas: trabajo, sueño, ocio. Posteriormente, les pareció mucho más poético el muguet sobre fondo rojo y a él volvieron, hasta hoy.

Lo cual, con todas las licencias, nos permite cerrar nuestras andanzas por el mes de mayo con una última referencia a otro más de sus muchos contenidos: el trabajo, la fecha que da inicio a su serie de días con vitola. En un mundo donde esta actividad se está convirtiendo poco a poco en una especie en extinción, os proponemos, para llevar la contraria a la realidad, dos cantables que reniegan de ese destino fatal: Criaturas tropicales [http://www.youtube.com/watch?v=vimnfGPpaq8] de Los Cardiacos y No me hagas trabajar, papá [http://www.youtube.com/watch?v=vr1sU6PVqiU] de Piñón Fijo. Y, por si alguien requiriese algo más de doctrina al respecto, sígase entonces la Biblia de Antón Reixa en su Historia actual do movemento obreiro [http://www.youtube.com/watch?v=CD9JjkRwNUg]. No hay quien dé más.

Publicado en Conecta León 5, mayo 2013

sábado, 11 de mayo de 2013

Hey Joe


     Poco, muy poco sabíamos por aquel entonces en estos andurriales sobre el mundo negro. Por no conocer, ni siquiera teníamos al alcance la NBA, y los baloncestistas norteamericanos que llegaban a España y a los que admirábamos resultaban ser pálidos blancos: Ron Taylor, Walter Szczerbiak, Randy Meister, entre otros. El único jugador negro que teníamos a mano era Chicho Sibilio, que había nacido en la República Dominicana. Tampoco el cine, otra fuente de cultura, nos nutría lo suficiente en ese color, pues si exceptuamos las películas de Tarzán, donde los negros jugaban un papel claramente muy secundario, sólo un artista de color gozaba de cierta fama, Sydney Poitier, sobre todo con aquella película tan del gusto salesiano titulada Rebelión en las aulas. Y qué decir del rock, si al fin y al cabo era un mundo dominado por blancos. Así que lo poco que pudimos saber y que nos animó a saber más todavía sobre la música hecha por los negros se lo debemos a Jimi Hendrix.

     “Dejad que viva la vida del modo que quiero hacerlo”, dijo el gurú por aquel entonces en una especia de declaración de intenciones. Qué más queríamos escuchar nosotros, que andábamos también a la búsqueda de nuestra propia identidad, aunque mucho más modestamente. Qué más necesitábamos para idolatrarlo, además de aquella canción iniciática en la fusión entre blues, psicodelia y un poquito de funk. A qué teníamos que esperar para hacerla sonar en el jukebox del barrio y corear todos la misma interrogación repetida en su estribillo: “Hey Joe, ¿a dónde vas a correr? ¿a dónde vas a ir?”.

     Es verdad, Hey Joe contaba una historia trágica acerca de un tipo que huía tras haber asesinado a su mujer, seguramente una historia muy poco correcta, que tenía la virtud no obstante de plantearnos una forma dialogada muy poco o nada escuchada en el cancionero: las formas del blues sin ir más lejos, para las cuales nos fue un punto de partida. A ello se sumaba una melodía lenta, un rock lento también poco o nada habitual, y un ejercicio sobre la guitarra que para sí hubiese querido el Eric Clapton triunfador en aquellos mismos años. Así lo reconocen igualmente críticos y otros sabios de la música como Diego A. Manrique, que apunta de un modo contundente: “Han pasado más de cuarenta años y nadie le ha eclipsado. Es un dato, no una opinión”. Como tampoco se eclipsa su memoria física, bien guardada en un enorme panteón en Seattle, donde había nacido, ni su repertorio discográfico que no cesa de crecer, a pesar de que sus grabaciones se limitaron a un corto espacio de cinco años.

     Hey Joe fue escrita por Billy Roberts y su primera grabación comercial conocida es un disco sencillo de The Leaves en 1965. Hendrix la grabó y editó como single en 1966; posteriormente, la incluyó en la versión americana del álbum «Are you experienced» en 1967. Luego le sucedieron un sinnúmero de versiones: The Byrds, Deep Purple, Patti Smith, Willy DeVille… y hasta Franco Battiato. http://www.youtube.com/watch?v=R-DO8zskzq4

Publicado en genetikarockradi.com, 11 mayo 2013

domingo, 5 de mayo de 2013

Manifestación 1 mayo 2013

Discurso de cierre de la manifestación del 1º de mayo de 2013 en la Plaza Mayor de León: http://youtu.be/0qTlmzn1gOY

viernes, 3 de mayo de 2013

Los espejos


     Fue Valle Inclán el que, allá por el año 1920, se sirvió de la imagen de los espejos cóncavos para referirse a este país: “Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el Esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemáticamente deformada”, le dice Max Estrella a Don Latino en la escena duodécima de Luces de bohemia. Y lo que era así descrito casi un siglo atrás poco parece haber evolucionado hasta la actualidad si nos atenemos a algunos acontecimientos que definen la España del siglo XXI. Porque nuestra realidad no es nítida ni mucho menos. Lo que vemos a través de los espejos es de nuevo “una deformación grotesca de la civilización europea”, y basta un par de ejemplos para comprobarlo. Ahora que andamos metidos en declaraciones de renta, es decir, en la contribución equitativa mediante nuestros impuestos al bien común, resulta que hemos sabido que es posible desgravar las pérdidas por el juego en casinos o bingos, pero no así las indemnizaciones por despido individual pactado entre trabajador y empresa si no se ha recurrido a conciliación ni a demanda judicial. Y ahora también, cuando seguimos metidos en recortes insufribles como los de la sanidad, descubrimos que el SACYL mantiene 41 capellanes en su plantilla regional, lo que supone más de un millón anual en salarios; 30 si contemplamos a todos los curas en prisiones, hospitales y cuarteles de España. No cabe duda de que nuestra salud espiritual está mucho mejor atendida que la salud física teniendo en cuenta los recortes generales en el personal sanitario. En fin, lo cierto es que las muestras del esperpento nacional son innumerables y no tiene pinta de que esto vaya a cambiar algún día. Sobre todo si tomamos como referencia al Presidente Aznar, notable héroe clásico deformado, quien afirmó que se había salvado del atentado terrorista porque Dios lo había elegido para conducir al país adonde lo condujo.

Publicado en La Crónica de León, 3 mayo 2013

miércoles, 1 de mayo de 2013

2013: No tienen límite


Las grietas y socavones que se adueñan de nuestras calles y carreteras son un símbolo evidente de cuanto nos ocurre y, de persistir en las mismas políticas, un anticipo de cuanto está por llegar. Cuatro años de amputaciones sin resultados, cuatro años de dolor sin la más mínima expectativa de que vaya a cesar. Más bien al contrario, el producto de la poda no es otro que un déficit sin gobierno posible, una deuda creciente, un crédito más que disminuido y un empobrecimiento cuyo fin no podemos imaginar. Todo esto son hechos, no opiniones, no palabras vanas, no florituras verbales. Hechos contrastados una y otra vez hasta por el propio Gobierno, que nos vende ilusiones a plazo fijo para desdecirse acto seguido y diferir sistemáticamente metas, plazos y objetivos. Hechos contrastados por los sabios europeos e internacionales, que conocen bien que no hay salida pero se obcecan en la contemplación de las ruinas con fino sadismo. Hechos contrastados, en fin, por las doctrinas económicas que ya avanzan escenarios de todavía mayor y duradera desdicha.

Y nada, absolutamente nada nuevo sobre el empleo. Nada sobre la principal inquietud de ciudadanos y ciudadanas. O sí, un par de apuntes que ilustran lo perdidos que estamos. Por un lado, la Unión Europea ha aprobado un presupuesto raquítico para el periodo 2014-2020, del que se desprende un fondo para impulsar el empleo juvenil, con 900 millones de euros destinados a España. Puesto que se trata de un fondo a siete años, en cada ejercicio nos llegarán unos 130 millones de euros para ayudar a combatir el desempleo del 55% de los jóvenes que quieren trabajar y no pueden. Esos 130 millones suponen, para que entendamos la generosidad, la cuarta parte del presupuesto anual del Real Madrid. Por otro lado, el Gobierno español insiste en lo que llama estrategia de emprendimiento a modo de panacea, ignorando de nuevo que el futuro pasa necesariamente por la estrategia del empleo asalariado, único soporte, junto al crédito, a partir del cual pueden crecer todas las demás estrategias.

Sin embargo, no se ha dado ningún paso en la línea de impulsar nuevos ámbitos productivos que sustituyan a los ya periclitados. Esto es realmente grave pues, como todos sabemos, con los mimbres que nos quedan de lo que tuvimos, es decir, de ese modelo intensivo en el factor trabajo y de medio o bajo valor añadido, si España no crece al menos al 2% no va a poder generar ocupación neta. A tal respecto, baste recordar que las previsiones de la UE anuncian que no habrá crecimiento en breve y que, de haberlo, será muy ligero, siempre muy alejado de ese tanto por ciento. En suma, estamos a punto de convertir las cifras de desempleo en una realidad estructural por mucho tiempo.

Es éste un relato general que, trasladado a nuestra provincia, explica las grietas citadas más arriba y que pronto serán auténticos abismos. Anotemos un par de datos elocuentes. La población activa leonesa cerró el año 2012 con 202.600 personas; de ellas, 154.500 ocupadas. Enfrente, la población pensionada en alguna forma ascendió a las 141.851 personas. Esto es, poco más de 1 persona ocupada por cada pensionista, un síntoma evidente de que estamos muy próximos a la muerte económica. De este hecho no es ajeno, por supuesto, el hundimiento general, pero lo explica todavía mejor la circunstancia particular de nuestra emigración: exportamos mano de obra, en cuatro años 9.100 leoneses y leonesas se han tenido que ir al extranjero, con lo que se llega así a la cifra total de 45.019 personas de León residiendo fuera. Cabe preguntarse por cómo podrían digerirse las cifras provinciales de desempleo si le sumásemos esa cantidad.

Pues bien, sobre estas bases tan desoladoras, CCOO y UGT lanzamos este 1º de mayo nuestro lema: “Lucha por tus derechos”. Una llamada de atención tan sencilla como suficiente, pues son los derechos de ciudadanía más elementales los que se desvanecen en medio de este sinvivir, con el derecho al trabajo en primer término. No olvidamos tampoco que esa exhortación lleva implícita también la exigencia de reactivación económica, el respeto a los convenios colectivos, la demanda de una protección social sólida y más y mejor democracia. Con ese afán tomaremos las calles para reivindicar y festejar igualmente esta fecha.

Publicado en Diario de León, 1 mayo 2013