Blog de Ignacio Fernández

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martes, 4 de marzo de 2014

Stones / Redding / Feliciano / Devo


     Satisfaction, canción legendaria donde las haya, no sería la misma, tal y como la hemos ido conociendo, sin las numerosas recreaciones a que ha dado lugar. De ellas no sólo nos hemos nutrido los oyentes, sino también con toda seguridad los mismos Rolling Stones, que la han hecho crecer con su propio estilo a partir de giros proporcionados por terceros.

     Cuando los Rolling la graban en el verano de 1965 son apenas unos pardillos, con un recorrido corto aunque con bases sólidas. De hecho, fue su primer gran éxito en los Estados Unidos, que es tanto como decir que fue su gran hit internacional, rompiendo para siempre las fronteras del consumo interno británico. Basta verlos en el vídeo para comprender de qué estamos hablamos. Hasta tienen pinta de buenos chicos si tomamos en cuenta sus historias y locuras posteriores. E incluso el blanco y negro acompaña. Bien, el caso es que la canción, si exceptuamos el riff clásico y la bocaza de Jagger, estaba llamada a evolucionar tanto en sonido como en interpretación. Y a eso es a lo que han contribuido los otros.

     Antes que nadie y sobre todo Otis Redding. Grabada muy poquito después del original, desde la orilla soul y con más vientos que cuerdas le contagió una energía de la que carecía aquél y que los Stones fagocitaron de inmediato. Su mérito, además, fue el mérito del genio. Cuenta el guitarrista Steve Cropper que la seleccionaron deprisa y a última hora para completar el disco «Otis blue»: “Él no la conocía, así que fui a por el disco, saqué la letra, los músicos ensayaron un poco y Otis la cantó leyendo del papel”. Evidentemente, esa interpretación nos la acercó casi del todo al resultado final y a Jagger le ayudó a dar saltos y a hacer más gorgoritos.

     Y hemos dicho casi porque no podemos ignorar otras aportaciones menores pero relevantes. La de José Feliciano tiene dos virtudes, a nuestro modo de ver, y por ello la anotamos. Por un lado, la fuerza vocálica tan característica del cantante puertorriqueño, que añade versatilidad y potencia al ritmo matemático del rock & roll; por otro, la simplicidad del acompañamiento, apenas una guitarra junto a los vientos de fondo, lo que nos permite descubrir que bajo ese mismo ritmo se esconde una melodía suficiente por sí sola, con independencia del riff antes citado.

     Y en fin, Devo. Ellos fueron el salto decisivo. Con sus aires new wave y sus propuestas surrealistas, la banda norteamericana hizo de Satisfaction una canción más divertida todavía, mucho más vertiginosa y, desde luego, mucho más arriesgada. Tanto que muchos discuten esta versión por considerarla alocada e irreverente. Pero poco puede importar eso a los Rolling, que también han participado de los mismos calificativos a lo largo de toda su vida. Seguro que también ellos, en alguna gira posterior, han imitado la sugerencia kitsch que les vino de estos lunáticos con sombrero.

Publicado en genetikarockradio.com, 4 marzo 2014

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