Blog de Ignacio Fernández

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martes, 9 de septiembre de 2014

Llega un tren


     Llega un tren. O eso dicen, cuentan, repiten, proclaman las altas, medias y bajas instancias. En ello insiste la Ministra, el Consejero, los alcaldes, parlamentarios, senadores, concejales, todo quisque, como en un coro perfectamente orquestado. Es la muletilla, el tuit, el estribillo más repetid y jaleado que se escucha cuando uno se pregunta sobre el presente y futuro del ferrocarril en la provincia leonesa. Llega un tren. O llegará, aseguran, en 2015. Y santas pascuas.

     Siempre está bien que lleguen trenes. Mucho mejor, desde luego, que lo contrario, que hayan dejado de hacerlo, tal y como sucedió en numerosas localidades de la provincia durante los últimos años. Pero lo que no está claro es que ese tren, la llegada de ese preciso tren, nos asegure el porvenir a todos. No ocurrirá así, por ejemplo, con los viajeros del Bierzo o de otras comarcas, sometidos a la anorexia ferroviaria. Tampoco con los de la montaña y su tren menor, siempre cargado de incertidumbres. Ni mucho menos con las plantillas menguadas, talleres e instalaciones en entredicho. Y, evidentemente, nada parece que vaya a solucionarnos en cuanto a su integración en la ciudad. O en cuanto a las integraciones, porque al cabo dos son las llagas que no dejan de supurar en el cuerpo urbano.

     Es casi pueril alegrarse por la llegada de ese tren sin más, aunque haya razones para ello. No deja de ser un escaparate vistoso que oculta un vacío de fondo. No, la alegría llegará cuando en los Presupuestos del Estado para el año próximo se recojan cifras que hablen del conjunto, de manera que, al lado del tren de colores, la realidad urbana y ferroviaria gane también otras tonalidades. Mientras tanto, las reivindicaciones que la ciudadanía expresó en la manifestación del 6 de abril siguen bien vivas y bueno será que se vean de nuevo en la calle. Sin ir más lejos, en la jornada que la Cumbre Social ha preparado para el próximo día 20 en Cistierna. Ojalá lo entienda así el coro y decida actuar también en esa fiesta.

Publicado en La Nueva Crónica, 9 septiembre 2014

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