Blog de Ignacio Fernández

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martes, 24 de marzo de 2015

Coyuntura industrial


     En ese ir y venir de informes más o menos interesados con los que se va pespunteando el vestuario preelectoral, destaca un retal que nos parece en verdad importante y hasta alentador. Nos referimos a la coyuntura industrial en Castilla y León durante el pasado año. En efecto, 2014 ha sido el año del repunte de este sector con un crecimiento que ha llegado hasta el 3%. Es verdad que se debe en gran parte al mejor comportamiento del área exterior, frente a una tímida recuperación de la demanda interna, pero es un dato muy destacable después de años de balances negativos. Aunque, naturalmente, también esa información tiene su envés: persiste la desaparición de empresas, con su correspondiente impacto territorial, la devaluación interna por la vía del empleo y descenso en costes laborales, y la caída de la innovación en las empresas.

     Ahora bien, la felicidad no se reparte por igual en todo el territorio regional. Entre Burgos, Valladolid y Palencia acaparan más de la mitad de la cifra de negocio del sector industrial en Castilla y León, un 52’5%, mientras que una provincia como la leonesa apenas llega al 7’8%. Así mismo, entre las tres antes citadas alcanzan el 78% del volumen exportador, lo que se explica por la importancia de la división automovilística y sus componentes, mientras que León se queda en un minúsculo 9’3%. Y tampoco es satisfactorio el resultado en cuanto a personas ocupadas en ese sector, ya que en León sólo lo hace un 14’5% del total de la Comunidad, frente a Valladolid que cuenta con un 20’8% y Burgos con un 23’9%.

     Conviene darse cuenta también de que, empresas agroalimentarias aparte, que han mantenido su actividad de forma constante a lo largo de la crisis, el vuelo empieza a levantar por el lado de la proyección exterior, es decir, por las grandes empresas transnacionales. No ocurre así con las de 2ª división B, que son la mayoría de las nuestras, las cuales siguen disputando su particular liga de los desesperados sin visos de ascenso a corto plazo.

Publicado en La Nueva Crónica, 24 marzo 2015

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