Blog de Ignacio Fernández

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jueves, 2 de julio de 2015

El mar, la mar

No se trata, no, de una digresión sobre el género gramatical lo que nos da título. Nada más lejos. Es el eco sin más del poeta del Puerto de Santa María que ocupa el umbral de la edición veraniega de Moderato Cantábile [http://tu.tv/videos/el-mar-la-mar-rafael-alberti].

Cap Ferret. La Pointe
Aunque el tópico nos delate, no queda más remedio que asociar lo estival y lo marinero, de ahí la referencia en la cabecera. Porque tal vez exista un sinfín de imágenes ligadas a la vivencia personal del verano (y cada individuo amontonará, no sin razón, todo un álbum de ellas), pero ninguna, me temo, como las que nos llevan al mar, a cualquier mar. Así que, puestos a ponerle música, pocas voces nos parecen tan oportunas como las portuguesas de Teresa Salgueiro, la cantante de Madredeus, en O Mar [https://www.youtube.com/watch?v=tYQbZhWXRwM] y de Dulce Pontes en Cançao do mar [https://www.youtube.com/watch?v=UCyEHhPJSlo], pues en sus melodías habita todavía la memoria de aquellos navegantes primeros con los que aprendimos los misterios y leyendas de ese espacio tan hipnótico como traidor.

En efecto, nunca es el mismo mar el que navegamos ni el que nos mira, porque es él quien nos contempla y no a la inversa, retador siempre, animándonos a surcarlo hasta su horizonte inabarcable, allí desde donde el rayo verde sonríe a los enamorados. Novelesco y poético, ese piélago nos acompaña desde los relatos de aventuras hasta los versos más románticos: recodad a Stevenson, a Melvilla, a Espronceda, recordad la saga de cuantos han militado y militan en La secta del mar [https://www.youtube.com/watch?v=SHQlMWqCgG0]. Pues, al cabo, lo mismo que nos encontramos con voces suaves como bahías, las hay también tronantes como barreras de arrecifes. ¿O no sería esa la categoría de gentes como los Auserón y otros tan pintorescos como Os Resentidos y su Sector Naval [https://www.youtube.com/watch?v=9yuT10kEV04]? ¿No podríamos afirmar también que se trata del estallido de un rompeolas? Pues eso, que si ancho es el mar no menos puede serlo el catálogo de sus intérpretes. Y eso es lo que hemos querido señalar con esta entrada.

Saint Jacut de la Mer
Mas el mar, la mar, es también poesía y es relato. Como decía Carlos Boyero en un artículo magnífico, “no conozco un arranque más hermoso y opiáceo en la historia de la literatura que el de Moby Dick: Llamadme Ismael. Cada vez que me sorprendo con una expresión de tristeza en la boca que va en aumento, cada vez que un húmedo noviembre anida en mi alma, cada vez que me descubro deteniéndome involuntariamente en las tiendas de ataúdes y siguiendo a cualquier funeral y especialmente si la hipocondría me domina de tal forma que me hace falta un sólido principio moral para no salir a la calle y derribar metódicamente los sombreros de los transeúntes, entonces comprendo que es la hora de hacerme a la mar cuanto antes. Este es mi sustituto para la pistola y la bala”. Y añadía después otra serie de nombres imprescindibles para entender cuánto ha dado el mar a la literatura y viceversa: Álvaro Mutis y el personaje emblemático de Maqroll el Gaviero; Joseph Conrad; el propio Stevenson y su Isla del Tesoro; el dibujante Hugo Prat y su Corto Maltés; incluso Patrick O’Brien. En fin, nosotros, que somos un poco más modestos, os proponemos una lectura mucho más lírica: Llegada al mar del poeta José Hierro [https://www.youtube.com/watch?v=ss29hAR-ydA]. Son lecturas todas recomendables para cualquier verano a la orilla de cualquier mar.

Lo mismo que es conveniente acompañarse de canciones para alcanzar la auténtica sensibilidad marina. Si una tuviéramos que elegir en este momento, nos quedaríamos sin duda con Me gustaría darte el mar, del aragonés Joaquín Carbonell [https://www.youtube.com/watch?v=Bs5kKXuyoBQ], precisamente por tratarse de un cantante de tierra adentro. Porque lo habitual es que sean hombres y mujeres del litoral los cantores marineros y él no deja de ser una rara avis, como muchos de nosotros al asomarnos a la orilla. En cambio, lo normal es que un filipino como Luis Eduardo Aute nos grite A por el mar [https://www.youtube.com/watch?v=xGKc5s4dN8U], que un catalán como Lluis LLach nos describa fielmente Tanta llum de mar https://www.youtube.com/watch?v=NS0KdqjnhxE], o que una caboverdiana como Cesaria Évora le cante una morna al Mar azul [https://www.youtube.com/watch?v=kQP6KcZwvUE]. Lo raro es, pues, que un aragonés o un extremeño como Pablo Guerrero se detengan a hablarnos de Los sentidos del mar [https://open.spotify.com/album/3oj1p7HDXe17lM2tB7rCjg]. Pero el mar, está claro, tiene hechizos para todos.

Pointe du Gouin
Incluso un contenedor hay específico para los cantables nacidos del alma y de la experiencia de los propios marinos. Joaquín Sabina nos brindó un acercamiento a ese género en Amo el amor de los marineros [https://www.youtube.com/watch?v=eNSlRMdzIOU]. Antes que él, otro cantante de interior, Luis Pastor, nos ofreció otra muestra más que digna en Canción marinera [https://www.youtube.com/watch?v=OIQMdzXnYBw]. Pero a la postre nada mejor que remontarse a los orígenes para saborear un estilo inconfundible a lo largo y ancho de los siete mares, para lo cual baste aquí un canto de Tonnerre de Brest acerca del puerto de Tacoma [https://www.youtube.com/watch?v=y9Fw0uHxPN4].

En fin, el mar, la mar. Y desde los orígenes a los finales, que es lo que ya toca en estas líneas últimas, démosle una vuelta a la redacción y recuperemos a los poetas, que también vuelven al mar en las postrimerías. Lo hizo Alberti con Si mi voz muriera en tierra [https://www.youtube.com/watch?v=Uq-pIi-FUiM]  y lo hizo José Hierro en Despedida del mar [https://www.youtube.com/watch?v=7S9wjjqKDSw]. Mas como no es nuestro estilo el de la solemnidad, sino el del cancionero y sus vericuetos más comunes, elegiremos, ahora sí, para cerrar este comentario estival y marinero una canción que nos refresque y que nos transporte hacia esos espacios terrenales en medio del mar, las islas, donde caben también un sinnúmero de aventuras y de canciones (comprometemos aquí un episodio a ellas dedicado). Pues eso, que felices veranos y que quedáis en compañía de Augusto Cego cantando al Mar desde su Cabo Verde [https://www.youtube.com/watch?v=hx5QlhRL5XE].

Publicado en Saba 13, julio 2015

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