Blog de Ignacio Fernández

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martes, 23 de agosto de 2016

Trabajo universitario

     Como continuación de la tarea no muy estival de repasar estadísticas que puedan ser de interés, centramos nuestra mirada en la Encuesta de inserción laboral de los titulados universitarios, publicada por el INE el pasado mes de julio con datos correspondientes al año 2014. Las cifras regionales, pues así están recogidas, nos permiten derribar algún falso mito y constatar otras realidades.

     Sobre lo primero, bueno es saber que en nuestras universidades se titulan más personas que las que proporcionalmente corresponden según la demografía. También que no es cierto que la universidad sea una fábrica de desempleados, puesto que su tasa en esa condición es muy inferior a la del desempleo juvenil recogida en la EPA. Además, más de la mitad de los universitarios consiguieron su primer empleo apenas un años después de rematar los estudios. Así mismo es destacable que el 69% de personas tituladas trabajen en actividades cuya cualificación corresponde a estudios universitarios, es decir, que son irreales los comentarios gratuitos respecto a las sobrecualificación de nuestros universitarios. Por último, como tendencia general, también en Castilla y León la proporción de mujeres que estudian y se titulan es superior a la de hombres y mayor aún que la media nacional.

     Por contra, el resto del cuadro no apunta nada bueno. Y en todo, frente a lo antes indicado, son las tituladas las peor paradas. En general, somos una región exportadora de conocimiento, ya que quienes se forman en nuestra comunidad necesitan salir de ella para encontrar trabajo: por cada persona formada en otras universidades que consigue empleo en nuestra geografía, hay 4’1 que tienen que abandonarla. Por otra parte, la proporción de contratos temporales es superior entre nuestros universitarios al dato nacional. Y el máximo exponente de esa precariedad sigue siendo la contratación en prácticas o como becarios. Que, pasados cuatro años desde su titulación, uno de cada ocho titulados lo hagan en esas condiciones no es para sentirse orgullosos.

Publicado en La Nueva Crónica, 23 agosto 2016

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