Blog de Ignacio Fernández

Blog de Ignacio Fernández

jueves, 13 de abril de 2017

Dichosas primaveras

“Pasa ligera la maldita primavera…” fue un estribillo que popularizaron a medias las cantantes, más bien prescindibles, Loretta Goggi en italiano y Yuri en español. Lo citamos aquí como apertura de esta serie primaveral porque si algo tiene esa estación es precisamente una acentuada tendencia a lo hortera y a lo bobalicón por donde, sin olvidarla del todo, trataremos de no transitar.

Sin embargo, cuando de la primavera tratamos, inevitable resulta dejarse atrapar por lo colorido y lo floral, por lo almibarado y por lo hormonal, es decir, por todos esos tópicos adolescentes que unen a la dichosa estación con el estallido de todos los excesos vitales. El cancionero da muestras de ello, aunque no tanto como podríamos pensar. De hecho, clásicos como Vivaldi o Smetana aparte, no son muchas las muestras ni de buen ni de mal gusto que toman a la primavera como razón de ser para la creación musical. Nos quedaremos, pues, con las primeras, y le sumaremos como corolario un bonito ramillete de flores, que en esto sí que se han estirado artistas y creadores con notable entusiasmo.

Observaremos, para empezar, que hay un idilio importante entre la primavera y el flamenco con dos ejemplos que nos parecen de comunión más que obligatoria: La primavera  [https://www.youtube.com/watch?v=8joR6ZNNUfI] de Camarón de la Isla y Primavera  [https://www.youtube.com/watch?v=yFnU2_cCyzk] de José Mercé. El primero se sirve del motivo para hundirse en sus raíces étnicas, mientras que al segundo le pone en bandeja un peculiar ejercicio de psicoanálisis. Sorprendentes tratamientos del asunto el que ambos plantean, que desembocará más tarde en el desinhibido juego protagonizado por Los Delinqüentes con su interpretación de La primavera trompetera a base de todo tipo de mixturas [https://www.youtube.com/watch?v=ZQK1poE6seo].

En el extremo opuesto, el de una lírica mucho más relajada e intimista, se sitúan el portugués José Afonso con un antológico Coro de primavera [https://www.youtube.com/watch?v=DdW9e3rB3dg] y Franco Battiato con Era l’inizio della primavera [https://www.youtube.com/watch?v=V08waYTsmi8], dos canciones bellísimas y sugerentes. “Levántate al sol de verano / somos nosotros tus cantores”, clama el primero, en tanto que describe el segundo: “La primavera comenzó un poco antes de tiempo, / la hierba apenas se veía, y nosotros estábamos bien”.

Y este breve camino primaveral culmina, ya que no da más de sí según se advertía al principio, con las melodías suaves de Los Pasos interpretando Primavera en la ciudad [https://www.youtube.com/watch?v=OqD5dFmYfHg] y las más que aceleradas de Manu Chao con su muy particular visión de La primavera [https://www.youtube.com/watch?v=RoV-Dy1TRsg]. Y no hay más, sinceramente.
En cambio, cuando atendemos al florero, el cancionero se desmelena y nos ofrece un monumental florilegio, verdaderamente inabarcable, para cada una de cuyas piezas podría construirse su respectiva playlist: rosas, gardenias, claveles… se multiplican y reproducen como si de una interminable primavera se tratase, si bien son las rosas las que acaban reinando en todo tiempo y estilo. Mas como lo que aquí pretendemos es únicamente un adorno floral para la dichosa primavera, propondremos tan sólo unas pequeñas muestras, suficientes no obstante para el ardor apícola.

El jardín lo inaugura un cantable de tipo general y simbólico, sin atender a especies ni variedades, movido en exclusiva por el significado esperanzador de lo florido: “No soñemos pasados / que el viento se ha llevado, / una flor de hoy se marchita justo al día siguiente. / Es preciso que nazcan flores a cada instante”. Así entonaba Lluis Llach en Cal que neixin flors a cada instant [https://www.youtube.com/watch?v=y6TlypU1NGA].

Pero yendo ya a lo preciso, inevitables son, como decíamos, las rosas, cualquier tipo y de cualquier color, con cualquier motivo y para toda ocasión. Así que empecemos por ellas la selección, en concreto con las Cuatro rosas que consagraron en su plenitud a Gabinete Caligari [https://www.youtube.com/watch?v=1CMb0n9ImkA], por más que el sentido en este caso pueda tener también otros referentes. Aspiremos a continuación el aroma A jazmín que propone El último de la fila [https://www.youtube.com/watch?v=Ty83LVawBUA] y recuperemos a su lado la voz y la figura de la peruana Chabuca Granda glosando La flor de la canela [https://www.youtube.com/watch?v=h8T-MbBEpUI]. Añadamos al ramillete las eternas Dos gardenias, según interpretación más que personal de Amparanoia [https://www.youtube.com/watch?v=56ePtjXkB_k] y cerremos, en fin, este pequeño repertorio de canciones con el inexcusable Ramito de violetas de Cecilia [https://www.youtube.com/watch?v=o1UhzRO-S60].


Lo cual que dejaremos aquí ya tanta exuberancia, no vaya a ser que nos salga algún sarpullido o que acabemos hundidos en la astenia primaveral, que de todo hay en esta dichosa estación. No da tanto de sí, como hemos querido demostrar, en cuanto al cancionero se refiere, superada desde luego por la inflación estival e incluso por un invierno cargado de referencia meteorológicas, que han sido ya motivo de nuestra dedicación en episodios anteriores del Moderato Cantábile. Así que no queda otra que ir apagando interruptores, devolviendo cantables a sus estuches digitales o analógicos y sugiriendo uno último como colofón para todo ese sucederse de estaciones y de emociones. Nos referimos a Spring, Summer, Winter and Fall [https://www.youtube.com/watch?v=1jGdJw5SbWE] de Aphrodite’s Child, el grupo donde dieron sus primeros pasos primaverales gentes tan sonoras como Demis Roussos o Vangelis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario