Blog de Ignacio Fernández

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viernes, 23 de junio de 2017

Las noches (de San Juan)

“La noche de San Juan es noche de alegría. / Estrellado de flores, el verano nos llega / de manos de un duende que le hace de guía…” Así, como este Moderato Cantábile, iniciaba Sisa su canción La nit de Sant Joan [https://www.youtube.com/watch?v=vlFFfjNWuaI] y nosotros la tomamos como excusa para volver sobre el cancionero y descubrir en él todo lo que las noches le han servido de nutriente. La de San Juan, por supuesto, pero también otras innominadas que desfilarán por este artículo para confeccionar su álbum cantable. No serán todas, claro, pero serán suficientes para que “si llegase el amor, nunca más moriría”.
En fin, muy abundantes son los tópicos que ligan las sombras nocturnas con los procesos creativos. También por lo que hace a la música sin duda. Y no yerran quien eso observan si atendemos a la profusión de nocturnidades que envuelven al cancionero y que llevan a pensar en que esas horas oscuras alimentan relatos, melodías y todo tipo de experiencias más o menos emocionales que toman cuerpo en las canciones. Sin embargo, como veremos, nada es homogéneo y el sentimiento de los noctámbulos adquiere una diversidad de expresiones difícilmente clasificable más acá del rótulo general que las hermana. La noche de San Juan es noche de fiesta, por ejemplo, pero no siempre es ése el tono, ni siquiera el más generalizado.

En los orígenes de la música moderna, tres bandas importantes popularizaron cantables con la noche por bandera. Para Them, el grupo original de Van Morrison, en Here comes the night [https://www.youtube.com/watch?v=ZnY84iaxV_g], pareciera que ésas son horas de traición: “Podía ver a la derecha por la ventana, / paseando por la calle, mi chica / con otro hombre”. En cambio, Para Cream, donde reinaba Eric Clapton, en After midnight [https://www.youtube.com/watch?v=dFhAculy7nk], la impresión es absolutamente la contraria, la de un momento en el que todo vale: “Después de la medianoche, / se va a dejar todo colgando hacia abajo”. Y por fin, para The Moddy Blues, en Nights in white satin https://www.youtube.com/watch?v=88uv7S9Bz9U], la noche era el envoltorio perfecto para el onanismo platónico: “Noches de blanco satén / que nunca llegan a terminar, / las cartas que he escrito / nunca acaban de enviarse”. Así de distintos eran ellos y así eran sus noches.

Avanzado el tiempo, otro trío sin ningún tipo de desperdicio vino a interpretar la nocturnidad en plan mucho menos agrio, aunque también habría que hacérselo mirar. Fue el caso del más que maduro Paul McCartney, que en No more lonely nights [https://www.youtube.com/watch?v=uyrrzJTbB5o] parecía dispuesto a rebelarse como un eterno adolescente: “No más noches solitarias, / eres la luz que me guía, / día o noche estoy siempre allí”. Por su lado, el verdaderamente eterno Frank Sinatra pensaba en Stangers in the night [https://www.youtube.com/watch?v=s4fWMgoWrbE] que lo suyo era más bien fugaz y caducable: “Extraños en la noche intercambiando miradas / preguntándonos en la noche / cuáles eran las posibilidades de que estuviéramos / compartiendo el amor antes de que la noche se acabara”. Así que quien pone paz entre ellos es la más que cuerda Diana Krall, que interpreta Quiet nights [https://www.youtube.com/watch?v=wuxBmpFHGa4] como una pieza solemne con “noches tranquilas de estrellas tranquilas”. Como debe ser.
Otros, muy libres son de hacerlo, observan el espectáculo nocturno desde lugares y sucesos concretos, de tal forma que uno no sabe bien si importa más lo uno, lo otro o la simbiosis de ambos en el relato que construyen. De ese modo, desde el soul más profundo, Brook Benton nos describe con delicadeza cómo es una Rainy night in Georgia [https://www.youtube.com/watch?v=Qr5djzzeA3M], Loreena McKennitt hace lo propio y lo hace bien desde un mercado marroquí en Marrakesh night market [https://www.youtube.com/watch?v=JzuxAhxuz7g] y Paper Lace (¿qué fue de ellos después de esta canción?) mutan en gánsteres ingenuos para contarnos The night Chicago died [https://www.youtube.com/watch?v=duzttklWilE]. Noches itinerantes, pues.

Y ya que estamos colocados sobre el mapa, traigámonos el agua a nuestro molino y reconozcamos que en estas geografías el saldo noctámbulo es jugoso conforme a la fama que nos acredita. Lo fue sobre todo en una época habitada por grupos y tribus sin leyes mordaza ni políticas demasiado correctas, que dieron rienda suelta a sus pasiones trasnochadoras. Desde el sur llegaron melodías tórridas como para romperse la camisa, encabezadas por Una noche de amor desesperada de Triana [https://www.youtube.com/watch?v=m0K83SPGeB8] y Noches de bohemia de Navajita Plateá [https://www.youtube.com/watch?v=K540sf8G2n0]. Desde lo que entonces era el foro, y hoy ni se sabe, aportaron su granito Solera en Noche tras noche [https://www.youtube.com/watch?v=mMUsKZVYYwg],  Burning en la magnífica Una noche sin ti [https://www.youtube.com/watch?v=FSznRCvSRGE] y Joaquín Sabina en Esta noche contigo [https://www.youtube.com/watch?v=L09WriPsHYE]. Y todavía desde más al norte, fueron Los Cardiacos los que ofrecieron dos muestras memorables de la misma materia: Salid de noche [https://www.youtube.com/watch?v=b_C9v9OUpI8] y Noches del Toisón [https://www.youtube.com/watch?v=r1-2tki_XFI]. Nada que envidiar en su conjunto a lo que habían dado de sí, que era mucho, los músicos anglosajones. Y, como remate, para confirmar que también en otros barrios del planeta hay vida nocturna valgan estas dos muy bonitas referencias: la italiana Notti senza cuore de Gianna Nannini [https://www.youtube.com/watch?v=_tBYGjhINcA] y la francesa Éblouie par la nuit de Zaz [https://www.youtube.com/watch?v=KDcgOpUp2nc].


Así, deslumbrados (éblouis) de forma paradójica por toda esta cosecha noctívaga, convendrá ir concluyendo antes de que nos llegue el día. Regresamos para ello al padre fundador, al cantautor galáctico, a Sisa, a su más que hermosa canción de fraternidad, Qualsevol nit pot sortir el sol [https://www.youtube.com/watch?v=pdlvAvC4Tw4]. Así lo entona él y nosotros le acompañamos con fervor: “el tiempo no cuenta ni el espacio, cualquier noche puede salir el sol”.

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