Blog de Ignacio Fernández

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domingo, 31 de diciembre de 2017

Calendarios

     Lo que no nos traerá el nuevo año serán calendarios de bolsillo. Resisten a la decadencia los de pared, quizá porque de vez en cuando se necesita todavía levantar la mirada desde la pantalla hacia otro horizonte, y los de mesa, más por razones publicitarias que por otro motivo práctico. En cambio, los que están a punto de pasar a mejor vida, para que Toño Morala ilustre su peripecia en otra sección de este mismo periódico, son aquellos vistosos y funcionales calendarios de bolsillo. De hecho, confesaré que en esta frontera anual sólo los he tenido al alcance en la peluquería de toda la vida, que persevera en la tradición como persevera el propio peluquero en su oficio, y en el formato de micro-participación para el sorteo de lotería navideña. Nunca antes se conoció tan exigua cosecha.

     Además no habrá resucitación, tal y como ha ocurrido con otros soportes que dábamos por caducados y que han regresado sin que necesitáramos la moda de lo vintage para ello. Las chapas e insignias, reconstruidas, vuelven a lucirse en ojales, solapas y pecheras con más prestancia que el pin, que parecía destinado a devorarlas. Y las pegatinas de todo tipo, que recuperan también un papel preferente en la difusión de mensajes contundentes y motivadores. No ocurrirá esto con los calendarios porque ellos, a diferencia de las propagandas militantes, se nutrían de una publicidad que hoy vaga en busca de nuevos soportes más rentables donde no cabe la emoción. Por otro lado, el reducido espacio de un bolsillo, cuando lo hay, da para el móvil como mucho, y las carteras tampoco son útiles en boga que vayan a servirles de acogida.

     Por si acaso y por primera vez, mi peluquero, al lado de los calendarios, me ha regalado un bolígrafo. Otro instrumento del pasado, curiosamente, aunque con él pretenda abrir nuevas vías de complicidad con sus clientes para cuando desaparezcan del todo sus obsequios tradicionales. Y es que con los calendarios se va toda una estirpe del comercio y de los servicios cercanos.

Publicado en La Nueva Crónica, 31 diciembre 2017

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