Lo
más destacado de la próxima semana no son los disfraces, sino la ceniza. De los
primeros estamos más que saturados y de la segunda andamos más que olvidadizos.
Así son estos tiempos que ignoran con intención que todo tiene su haz y su
envés y que eligen, no sin desfachatez, el lado frívolo de la realidad.
La
máscara es en verdad la expresión más notable de la superficialidad que nos
caracteriza. Lo falso, lo fingido y la mentira son sus muestras cotidianas, que
se convierten en jolgorio y en chiste durante veinticuatro horas por mor de una
tradición generalmente ignorada. O exprimida, para dejar de ella solamente la
cáscara. Es decir, la zarabanda. Pocos celebrarán el carnaval como explosión de
lujuria previa a la cuaresma, que es la cruz de la misma moneda. Al contrario,
verán en ello un simple eslabón más en la sucesión festiva, que es de lo que se
trata, sin reverso alguno.
Es
a lo que nos vienen acostumbrando, el jarabe lúdico que digerimos con vicio
para no entrar en materia y perpetuar así la paz social que producen los
estupefacientes. Cierto que hay en los antruejos excepciones locales
importantes y reminiscencias respetables de lo que fueron tradiciones y
festividades sólidas. También manifestaciones culturales dignas todavía de sus
propios orígenes; esto es, no arqueología sino remembranza. Pero por lo general
no es el caso de nuestros entornos urbanos cada vez más aculturizados y menos
conscientes del significado de las cosas.
Por
eso traigo aquí la defensa de la ceniza, no tanto por una posición religiosa
como por una fe absolutamente laica, de la que también estamos necesitados. Por
una disciplina de la razón, en suma, que dé sentido y contenido incluso a la
fiesta más desvergonzada. Evitaríamos así sandeces comunes expresas tanto como
ocultas tras las caretas. Se evitarían quizá los infundios groseros de
gobernantes y gobernados. Y a lo mejor hasta evitaríamos despedidas de
solteros, que no son carnavales propiamente dichos sino cruda anomalía mental.
Publicado en La Nueva Crónica, 11 febrero 2018
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